VACACIONES EN BUEU: VISITA A MARIN

Hoy viernes por la mañana no hicimos mucha cosa ya que solo fuimos a la plaza de abastos para ver que tenían de pescado y así decidir que haríamos para comer, allí nos encontramos con que el pescado  que más nos entró por el ojito era el famoso xurel.lo (jurel), las veces que he comprado en el mercado de Figueres la verdad que no era un pescado que nos llamara mucho la atención, pero hay que reconocer que pescado del día la cosa cambia mucho, es lo bueno que tiene Bueu, que al tener el puerto al lado del mercado, pasan directamente de un lado al otro.

Antes de la comida Roberto tenía ganas de pintar la iglesia de Beluso, así que sobre la 13,00 nos acercamos  con el coche, para que hiciera el esbozo y luego acabar de pintarla.

La comida al final fueron los jureles a la plancha acompañados de verduras a la plancha también, que en esta ocasión fueron, calabacines, champiñones y pimientos de Padrón, que como en la ocasión anterior en que los hice, el único que picaba me tocó a mí.

Por la tarde quedamos con Maria, que nos veríamos en Marín, ya que estando tan cerca de Bueu, aunque Marín no tuviera mucho que visitar como ciudad, seguro que ella nos enseñaría los rincones más entrañables.

 

Acabamos en un local nuevo que estaba en el casco antiguo, donde nos tomamos el cóctel de la casa que era parecido a una sangría o tisana de frutas, que nos sirvieron con unas tapitas cortesía de la casa que nos sirvieron para alargar la charla tan agradable que tuvimos.

Después de vuelta a casa cenamos poca cosa, unas porciones de empanada que habíamos comprado por la mañana en la panadería que había enfrente del mercado, acompañadas con una ensalada de tomate, con queso y que llevaba aguja en conserva, un pez que aquí es muy típico de tomar, pero que yo no había probado.

Las empanadas eran de zamburiñas con harina de maíz, de bacalao con pasas y de xouvas, las tres nos gustaron mucho, tal vez la que menos la de zamburiñas, ya que se notaba algo de arenilla al comerla.