El sábado pasado fuimos a comprar al mercado que montan en Empuriabrava todos los sábados, me gusta ir de vez en cuando a este mercado, mayoritariamente visitado por extranjeros, ya que montan el mercado de comida y el mercadillo de ropa (me compré unos zapatos de piel de la temporada anterior por 5€) en el mismo sitio, uno a continuación del otro, y además de ver el mercado, como lo montan en el paseo marítimo, estas respirando la brisa marina y viendo el mar (¡¡¡me encanta el mar!!!).
Cuando era pequeña, en invierno los fines de semana mis padres nos llevaban a la casa que teníamos para pasar el verano, yo en cuanto llegaba me iba a la orilla del mar a tocarlo, y luego a sentarme para oírlo como batían las olas, oyendo ese vaivén de acercarse el mar a la orilla, me relajaba y dejaba volar mi mente, imaginando historias...
Bueno, bueno: Mercedes, aquí la tierra, ..., regresa, ..., que esta es otra historia.
Como decía, me encanta este mercado, aunque tenga los precios un poco más caros, ya que está enfocado a la población extranjera que vive allí todo el año, porque lo que lo rodea me compensa, así que de vez en cuando, en vez de ir al mercado de Figueres, voy al de Castelló, y al volver paro en los centros comerciales que hay a la entrada y acabo de hacer la compra semanal.
Pues esta vez, nada más bajarnos del coche, en el primer puesto que había de fruta vimos estos inmenso pomelos, ya los habíamos visto en algún mercado europeo, visitado en nuestros viajes Ryanair, pero sin poder comprarlo por no sobrepasar el peso del equipaje, así que esta vez decidimos que nos lo llevaríamos a casa para probarlo.
Investigando por la red he encontrado estos datos:
El pomelo chino es un cítrico gigante asiático, que suele pesar entre 1 kilo y 1 1/2 kilos y cuya corteza es cuatro veces más gruesa que la de una naranja. A pesar de su nombre, es bastante más dulce y menos ácido que el pomelo tradicional de aquí.
Este concretamente, al tener un sabor suave, ligero en dulzor y acidez, puede acompañar a otros ingredientes de sabores más potentes proporcionando un punto refrescante al paladar.
Podemos tomarlo como fruta fresca, o añadirlo a ensaladas, nuestra primera opción fue comer la mitad como fruta, partiendo rodajas.
El sabor es muy parecido al de la lima... ,no me refiero al limón verde, sino a la lima fruto del limero...
La lima (del limero) es más seca que los cítricos habituales y tiene un sabor más bien tirando a dulce que a amargo, muy suave, casi como si fuera agua dulce. Pocas personas la conocen, ya que no es una fruta que se comercialice.
Vuelta a la infancia: Cuando vivíamos en la huerta de pequeños, recuerdo que en casa entre los frutales que había, había un limero, que a nosotros (mi hermano Manolo y a mí), nos encantaba comer por lo dulcecita que era lima, la lima no es que tenga mucho jugo, además son muy pequeñas, pero a nosotros nos gustaba pensar que comíamos un limón dulce. El limero de mi infancia, paso a "mejor vida" y ya no queda ni rastro de el, hace tiempo que sirvió de leña para la chimenea.
Roberto le ha hecho unas fotos para que se viera el tamaño, comparando con una naranja de mesa, una de zumo y naranjas sanguinas, que también vimos en el mercado.
Nuestra primera cata ha sido tal cual, luego le hemos añadido un poco de canela y pimienta de Jamaica, con lo cual se resaltaba algo más el sabor, pues al no tener el amargor de los pomelos normales, parecía que era hasta soso, pero a mi me ha gustado por recordarme tanto a las limas de mi infancia
Con el trozo que ha quedado he decidido añadirlo a una ensalada, para probar que tal queda como acompañamiento de salado, así que queda pendiente la ensalada.
1 comentario:
Me encanta como te ha quedado este artículo, los "viajes a la infancia" le dan un toque muy personal.
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