Llegamos a Mallorca dispuestos a disfrutar de 15 días de vacaciones el día 16 de agosto, a las 7 de la mañana, en barco.
Decidimos ir en barco, para podernos llevar el coche, porque si echabas cuentas y querías conocer la isla, salía más caro alquilar el coche, que llevártelo.
Decidimos ir en barco, para podernos llevar el coche, porque si echabas cuentas y querías conocer la isla, salía más caro alquilar el coche, que llevártelo.
Como llegamos tan temprano y no estaba todavía la habitación disponible, nos acercamos a Alcudia, para aprovechar y comprar algunos olvidos.
Cuando llegamos a Alcudia, nos encontramos con un pueblo con una muralla rodeando la ciudad, además el martes era uno de los días de Mercado, el otro día es el domingo.
Solo vimos unos pocos puestos de comida, entre ellos vimos estos pimientos/guindillas que como Roberto es tan amante del picante, no pudo evitar fotografiar.
Vuelta a la residencia para ocupar la habitación y comer, la comida fueron unos macarrones y pollo a la plancha con ensalada, sandia o melón de postre (no hicimos fotos).
Vuelta a la residencia para ocupar la habitación y comer, la comida fueron unos macarrones y pollo a la plancha con ensalada, sandia o melón de postre (no hicimos fotos).
Por la tarde decidimos acercarnos a ver el puerto de Pollensa, que está a unos kilometros de la ciudad, y que como suele pasar en las poblaciones junto al mar, está, muy enfocadas de cara al turista.Al final acabamos dando una vuelta por el puerto y volviéndonos a tomar unos sanwichs en Pollensa.
De primero, ensalada de legumbres o buñuelos de bacalao, si os fijais en la proporción, de los ingredientes de la ensalada de legumbres, el pimiento y la cebolla predominan, y los buñuelos, no se si eran casero o prefabricados, pero estaban un poco chicletosos.
De sugundo a elegir, salmón con ensalada o alitas de pollo en salsa barbacoa con patatas, los segundos estaban bien, aunque el salmón un pelín hecho de más.
Al día siguiente decidimos empezar a conocer las calitas de la isla, empezando por las más próximas a nuestra posición, así que decidimos ver el cabo, la cala, y faro de Formentor.
Aunque salimos temprano en el primer mirador que había por el camino, ya había multitud de coches y poca posibilidad de aparcar, así que decidimos tomar un camino que salía hacia la derecha y que nos llevó hasta una torre de vigilancia, llamada Talaia d'Alberecutx, desde la que también se podía apreciar una bonita vista, y además había mucha menos gente, es verdad que también había poquísimo sitio para aparcar.
Volvimos a bajar y continuamos camino, cuando llegamos a cala Formentor, nos encontramos que había un aparcamiento de pago (7€) al día, pero nosotros solo queríamos pasar un par de horas como máximo así que no pareció caro, y los laterales de la carretera estaban ya a tope de coches, así que decidimos dejar la visita a la playa para otra ocasión.
Continuamos el viaje hasta el faro de Formentor:
"Fue un faro de complicada edificación debido a su entorno agreste y considerable aislamiento. Durante su construcción, los obreros también trabajaban los domingos y festivos, lo que llegó a oídos del Obispo de Mallorca, por lo que se levantó un altar en sitio adecuado para oír previamente misa y seguir trabajando después.
En 1962 se instaló una línea eléctrica, pero las fuertes tormentas que se producen en este enclave, dejaban inútil la línea con excesiva frecuencia, por lo que finalmente se decidió que el faro funcionara con dos grupos electrógenos."
Por el camino vimos la indicación para ir a Cala Figuera, decidimos que a la vuelta del faro iríamos a bañarnos en ella, la bajada a la playa fue un poco accidentada, y aquí tuve mi primeras experiencia de los "peces come pies", si pensais haceros este tipo de tratamiento, no os gastéis el dinero en un centro de belleza, un billete a Mallorca y a visitar sus calas, pues no fue este el único sitio donde disfruté del tratamiento gratis.
La vuelta decidimos hacerla por otro camino, que discurría por una suave pendiente e iba por un bosque de pinos, el inconveniente fue que luego para llegar hasta donde habíamos dejado el coche, había que andar al menos 1 kilómetro más, además por la carretera sin arcenes.
comida en el chiringuito que hay al lado de la playa, y que a mediodía tienen un menú por 8€, que no es para tirar cohetes, porque como ireis viendo, está basada en la cebolla y el pimiento, y hay 2 primeros, 2 segundos y 2 postres a escoger.De primero, ensalada de legumbres o buñuelos de bacalao, si os fijais en la proporción, de los ingredientes de la ensalada de legumbres, el pimiento y la cebolla predominan, y los buñuelos, no se si eran casero o prefabricados, pero estaban un poco chicletosos.
De sugundo a elegir, salmón con ensalada o alitas de pollo en salsa barbacoa con patatas, los segundos estaban bien, aunque el salmón un pelín hecho de más.
De postre a elegir entre flan de vainilla (prefabricado) o sandia. No es que sea un menú muy sofisticado, pero para lo que cuesta está bien.
Por la tarde, playa y siesta y por la tarde/noche nos acercamos al puerto de Alcudia a dar un paseo y acabamos cenando en uno de los chiringuitos del puerto.
Nos pedimos el frito marinero, que fue un plato que nos gustó mucho y que no conociamos, es un salteado de pescados y verduras con un toque de laurel e hinojo para aromatizarlo.
Otro de los platos que nos pedimos fueron estos champiñones rellenos de carne y gratinados, que tampoco estaban mal.
Y el último plato que nos pedimos fue una brocheta de solomillo de cerdo con guarnición, que fue el plato que menos nos gustó, no se si fue porque ya estábamos llenos o porque los primeros trozos de carne, al estar más calientes estaban más en su punto y los últimos trozos se quedaron fríos y secos.
1 comentario:
Felices vacaciones, estuvimos en Mallorca hace un par de años y nos gustó mucho, que lo pases bien, bssss. Sefa
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