Hemos decidido no hacer todos los días excursiones, porque aunque el coche lleve AA, el calor es aplastante, así que el 18 hemos decidido quedarnos en nuestra playa, yo a primera hora me doy todos los días una caminata de unos 45 minutos, después desayunar, tomar el sol, bañarnos, leer, ordenador,... y comer en el chiringuito de la playa.
De primero había para escoger entre verduras salteadas que me pedí yo,
y arroz "3 delicias" que eran 3 delicias (surimi, guisantes, maíz) y 3 pesadillas ( pimientos rojo, verde y cebolla) que se pidió Roberto.
y arroz "3 delicias" que eran 3 delicias (surimi, guisantes, maíz) y 3 pesadillas ( pimientos rojo, verde y cebolla) que se pidió Roberto.
Y de segundo había rape en salsa con guarnición de patatas,
pero como yo no soy muy amante de las patatas fritas, pedí que el rape me lo pusieran con "el arroz" si podía se, eliminando casi todas las 3 pesadillas ( pimientos rojo, verde y cebolla).
En el postre como la alternativa era o sandía o pudin de manzana, los 2 optamos por el pudin, postre que nos sorprendió, pues no sabía a manzana, y el sabor que predominaba era el de almendras amargas, no sabemos si estaba hecho con licor tipo amaretto o era esencia lo que llevaba.
Por la tarde, más de lo mismo, de por la mañana, pero con siesta incluída, y fuimos al super a comprar algo de fruta y yogur, para la cena, pues el calor, quita hasta las ganas de cenar.
Al día siguiente decidimos continuar nuestra visita a las calitas de la isla, seguimos con las más próximas a nuestra posición, así que decidimos ver la Cala San Vicente cuya playa mas grande es llamada cala Barques.,
es una playa con mucha afluencia de gente, ya que es muy accesible y hay bastante sitio para aparcar cerca de la cala, Roberto ha seguido probando su juguetito (cámara Gopro), con la que está haciendo vídeo submarino.
Hemos estado 2 horas en la playa (de 10 a 12), y hemos pensado en continuar el día visitando el santuario de Santa María de Lluc,ya habíamos estado en nuestra anterior visita, pero a la hora que llegamos, al ser invierno estaba todo cerrado y solo vimos los jardines. De3spués de la visita aprovechamos y comimos en la fonda del mismo santuario, en general la comida no estuvo mal, lo que nos defraudó fué la lechona, ya que se le notaba demasiado el recalentón y la piel no estaba nada crujiente.
Para empezar unos caracoles a la mallorquina, en salsa, que yo pensé que a Roberto no le gustarían pues a elle gustan como los hacen en Lleida, que son "a la llauna".
A continuación pedimos un frito mallorquín , que entre sus ingredientes lleva el hígado del cerdo, así que los enemigos de las vísceras, que se abstengan de pedirlo, que se decanten por el de cerdo sin higado o el de pescado.
Y por último la lechona que como comentaba más arriba, pese a su apetitoso olor y vista, se le notaba el recalentón y la piel estaba correosa en vez de crujiente.
Lo que si que nos gustó de todas todas fue el postre que era un gató, que es un bizcocho solo de almendras y aromatizado con canela y ralladura de limón, con helado de almendras, también muy típico de Mallorca.
Después de tumbarnos un rato a descansar en unjas mesas que había por allí para hacer pic-nic, emprendimos el largo y lleno de curvas, viaje hasta Sa Calobra y El torrent de Pareis.
Para llegar al torrente, hay que pasar a través de 2 túneles excavados en la roca y que tienen iluminados.
Pese a lo espectacular de la cala y el torrente, el viaje se me hizo tan largo, que no creo que vuelva para probar que tal es allí el baño.
Seguramente edite posteriormente para añadir alguna foto más, que Roberto se ha olvidado subir a flickr.
1 comentario:
Querida Mercedes, fué un placer enorme conoceros y espero que podamos seguir en contacto y volver a repetir el encuentro, fué un día tremendamente agradable para nosotros.
Sobre vuestra estancia en Mallorca...Jajajaja... los viajes con buena comida se recuerdan mejor, verdad?? y hasta se perdona la carretera de La Calobra :-)
Un abrazo para los dos.
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