Desde luego actualmente mi fuente de inspiración están en las cuentas de Instagram, así que siguiendo la cuenta de bylauragarcia. Uno de los ingredientes que puede ser más complicado de conseguir sería la harina de coco, no es lo mismo que el coco rallado y no se puede sustituir por otra harina. Han quedado deliciosos, con una textura increíble.
INGREDIENTES:
2 tazas de espinacas crudas, unos 2 puñados grandes
2 huevos
1 taza de harina de almendra, unos 95 gr.
1/2 de taza de almidón de tapioca, de patata o arrurruz
1/4 de taza de harina de coco unos 50 gr.
½ taza de leche de coco, o leche de almendra, o de lo que quieras, 125 ml
¼ de taza de aceite de coco, o aceite de oliva, o ghee, o mantequilla derretida, unos 60 ml
3 cucharadas de eritritol, o xylitol, o el azúcar o edulcorante granulado preferido
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de vinagre de manzana
¼ de cucharadita de vainilla en polvo
¼ de cucharadita de sal
Para la cobertura: 200 gr. de chocolate sin azúcar
Calentar el horno a 175ºC.
Mezclar todos los ingredientes con la ayuda de una batidora o procesador de alimentos. No hace falta triturar demasiado la masa, pero sí lo suficiente para que las espinacas tiñan la masa de color verde.
Engrasar un molde para donuts y rellenar cada hueco hasta 3/4 de su capacidad. Hay que dejar un margen porque la masa sube.
Hornear durante unos 12-15 minutos a 175ºC.
Sacar del horno, esperar 5 minutos y desmoldar. Dejar enfriar por completo sobre una rejilla.
Para hacer la cobertura, derretir el chocolate en el microondas o al baño maría y colocarlo en un bol.
Bañar cada donut en el chocolate por ambos lados con ayuda de un tenedor para sacarlo del bol y colocarlo sobre sobre una bandeja de silicona o sobre papel de hornear para que no se enganchen demasiado.
Refrigerar unos 20 minutos antes de comerlos para que se endurezca el chocolate y conservarlos en la nevera.
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