Hoy recordando viejos tiempos de nuestras visitas a Tenerife
INGREDIENTES:
1 conejo limpio y troceado de unos 2 kg. aprox.
750 ml de vino blanco
250 ml. de vinagre de vino tinto
1 cabeza de ajos (unos 15 dientes de ajo aprox.)
1 hoja de laurel
1 pimienta picona o 1 cayena
1 cucharada de cominos molidos
1 cucharada de pimentón dulce
1 cucharada de tomillo y otra de orégano(fresco mucho mejor)
Sal gorda (50 g. aprox.)
600 ml. de aceite de oliva virgen extra suave (originariamente se empleaba manteca)
Si vemos que se queda sin líquido, agua (opcional)
Poner en un mortero los dientes de ajo pelados y la pimienta (sin pepitas para restar picante, el toque picantón es importante para bordar la receta).
Machacar todo hasta conseguir una pasta, añadir el pimentón dulce, el vinagre, el vino blanco y por último un puñado de sal gorda y mezclar.
Cubrir los trozos de conejo con el adobo, la hoja de laurel y las especias.
Todos los trozos tienen que quedar bien cubiertos para que se empape bien del sabor y actúe el vino y vinagre para ablandar la carne.
Tapar en un recipiente hermético y dejar macerar en la nevera unas 24 horas.
Pasado el tiempo de maceración sacar el conejo del adobo.
Poner al fuego una cazuela profunda con abundante aceite de oliva virgen suave para freír.
Cuando el aceite esté bien caliente, escurrir el conejo (si queda algo de salmorejo no pasa nada).
Con un tenedor coger uno de los trozos de conejo e introducirlos todos de uno en uno en el aceite bien caliente.
Cocinar el conejo hasta que esté bien dorado. Unos 15 minutos friendo las tajadas a fuego medio-bajo al principio y luego fuerte para que se hagan bien.
Siempre regulando la temperatura del fuego para conseguir que se cocine por el interior.
En cuanto estén dorados los trozos colocarlos en una cazuela grande.
Cuando se acaben de freír todos los trozos, apagar el fuego y echar el adobo restante (el de escurrir el conejo) sobre el aceite en que se ha frito el conejo. Para aprovechar el sabor que éste ha cogido.
Dejar hervir a fuego fuerte durante unos 10 minutos para que así se evapore el alcohol del vino y vinagre.
Echar el salmorejo en la cazuela en la que está el conejo y cocinar unos 30 minutos a fuego medio, hasta que el conejo esté tierno.
Si se queda sin líquido se puede añadir opcionalmente un poco de agua. Probar el punto de sal por si necesita un poco más para que quede a nuestro gusto.
Dar la vuelta a los trozos de conejo a los 15 minutos del tiempo de guisado si fuese necesario.
Dejar reposar unos minutos antes de servir y se puede espolvorear con un poco de perejil o cilantro fresco bien picadito antes de servir.
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