Ahora que ha llegado el verano, el usar huevos en crudo intento evitarlo al máximo por el tema de la salmonella, así que como quería aprovechar los restos de un brownie que hice la semana pasada y que se había resecado porque al hacerlo en el micro la textura queda más seca, he pensado en reinterpretar la receta y aprovecharlo.
INGREDIENTES: ( 6 personas)
200 ml. de Nata para montar mínimo 35%
250 gr. de Queso mascarpone
40 gr. de eritritol glasé
5 gr. de Esencia o extracto de vainilla
100 ml. de Café
15 ml de Licor de café (coñac, amaretto o similar)(optativo)
Cacao en polvo para espolvorear
restos de Bizcocho (yo tenía brownie keto)
Verter la nata líquida, que habrá de estar bien fría, en un recipiente hondo y bien limpio de grasa, humedad, etc...
Con ayuda de unas varillas eléctricas o manuales, batirla hasta montar, con cuidado de no pasarnos para que no se corte.
En otro recipiente hondo mezclar el queso mascarpone con el eritritol glas y la esencia de vainilla. Remover bien para que se mezclen todos los ingredientes de forma homogénea y no queden grumos. Incorporar esta mezcla a la nata montada y remover con suavidad para que no se baje. Se puede pasar a una manga pastelera, reservar en la nevera.
Mezclar el expreso con el licor elegido(optativo).
Bañar los trozos de bizcocho en la mezcla y colocar en la base del molde elegido, en mi caso yo lo he puesto en vasitos. Extender una capa de crema de queso y, sobre esta, colocar otra capa de bizcocho humedecido en café. Terminar con una segunda capa de crema de queso.
Guardar el tiramisú en la nevera hasta el momento de servir, que se espolvoreará con cacao en polvo.
No hay un tiempo mínimo de reposo, pero cuantas más horas mejor queda pues la crema adquiere consistencia y el bizcocho coge cuerpo y se mantiene jugoso.
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