Aunque sigue haciendo calor me he atrevido a encender el horno, también se podría hacer en la parrilla o sartén, pero no quería estar tan pendiente del plato.
INGREDIENTES:
75 g de salsa de soja
75 g de mirin
25 g de sake
25 g de eritritol (en sustit. del azúcar)
Para las alitas:
alitas de pollo
Sal y Pimienta
1 trozo de jengibre fresco (aprox. 1 cm)
ralladura de 1 limón
Mezclar la salsa de soja, el mirin, el sake y el azúcar en un cazo y calentar. Remover de vez en cuando para que se disuelva el azúcar. Cuando empiece a hervir bajar el fuego y cocemos unos 15-20 minutos.
Retirar del fuego y dejar enfriar antes de usar. La salsa espesa al perder temperatura y queda con una textura similar a la del caramelo líquido.
Mientras tanto limpiar bien las alitas.
Ponerlas en un recipiente hondo y salpimentar al gusto. Pelar el jengibre y rallarlo, rallar también la piel del limón rallador fino. Agregar a las alitas.
Regar con la salsa teriyaki y remover bien para que las alitas queden impregnadas de la marinada por todos lados. Tapar el recipiente y guardarlo en la nevera como mínimo de 15-20 minutos. Cuanto más tiempo marine, más sabroso quedará.
Colocar las alitas sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Se puede pincelar con la marinada que queda en el recipiente.
Introducir la bandeja en el horno, precalentado a 200 ºC con calor arriba y abajo, y cocinar unos 20-25 minutos de horno. Retirar y espolvorear con un poco de sésamo (opcional).
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