Esta tarta la preparé en Murcia, como postre para el fin de semana, el hojaldre tuve que comprarlo 2 veces porque a primera, me olvidé de el en el horno y lo quemé (es lo que tiene cuando usas un horno que no es el tuyo, el mio tiene temporizador).
INGREDIENTES:
Para la base:
1 lámina de hojaldre o pasta quebrada
Para el relleno:
4 huevos
100 ml de nata para montar
150 g de azúcar de abedul o eritritol
120 ml de mantequilla fundida
1 cucharada sopera de agua de azahar
125 g de harina de almendra
1/2 cucharadita de canela (polvo)
1/2 cucharadita de jengibre (en polvo)
1 pizca de sal
300 g de calabaza rallada
Precalentar el horno a 180ºC.
Poner los huevos en un bol grande. Agregar el edulcorante elegido y montarlos bien con una batidora de varillas eléctrica. Verter la mantequilla fundida poco a poco y seguir montándolos.
Incorporar el agua de azahar, la harina, la levadura, la canela, el jengibre y la sal.
Mezclar suavemente con una lengua hasta que los ingredientes queden bien integrados. Finalmente añadir la calabaza rallada y mezclar bien.
Desenrosca la lámina de hojaldre o pasta quebrada, y cubrir un molde redondo (de silicona o de fondo desmontable), hornear la base a 180ºC unos 15 minutos antes de verter el relleno dentro.
Verter dentro el relleno de calabaza y hornear la tarta a 200ºC durante 20 minutos, bajar la temperatura a 170ºC y hornear unos 15-20 minutos más. Retirar del horno y dejar que se enfríe.
Desmoldar la tarta, y se puede pintar si se quiere con mermelada de albaricoque, y adornarla con el coco rallado.
Se puede conservar en la nevera, pero antes de consumir, dejarla fuera en temperatura ambiente y así mantener su sabor original.
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