Después de cenar, había un espectáculo de jazz, en un bar, que había en el complejo hotelero. A la mañana siguiente, el buffet del desayuno, era correcto, no era muy variado, pero tenía de todo.
Cuando encargamos el paquete elegimos un circuito termal de spa, así que como amenazaba lluvia el domingo, decidimos dejar la sesión de spa del interior para el domingo, el día anterior habíamos estado en las instalaciones exteriores. La verdad es que nos gustaron más las instalaciones exteriores, pues al elegir el circuito más sencillo, no había mucha variación, solo que estabas encerrado, así que después de la sesión interior nos fuimos a las piscinas exteriores.
De vuelta a casa hicimos una visita turística a Ventdelpla, llegamos a la hora de la comida, pero como no pudimos comer en la fonda Montseny, que habíamos visto tiempo atrás en el programa Cuines, y nos picaba la curiosidad, acabamos comido en la fonda de enfrente llamada Ca l'Avi, que para ser una fonda de cocina tradicional, la comida era muy correcta, sobre todo para lo que nos costó la comida.
Mientras pedíamos la comida nos pusieron unos trocitos de fuet con una aceitunas con una cervecita, de primero una ensalada de bacalao y unos calabacines rellenos, de segundo pollo con ciruelas y conejo a la brasa con escalibada y de postre una tarta sacher.
Cuando encargamos el paquete elegimos un circuito termal de spa, así que como amenazaba lluvia el domingo, decidimos dejar la sesión de spa del interior para el domingo, el día anterior habíamos estado en las instalaciones exteriores. La verdad es que nos gustaron más las instalaciones exteriores, pues al elegir el circuito más sencillo, no había mucha variación, solo que estabas encerrado, así que después de la sesión interior nos fuimos a las piscinas exteriores.
De vuelta a casa hicimos una visita turística a Ventdelpla, llegamos a la hora de la comida, pero como no pudimos comer en la fonda Montseny, que habíamos visto tiempo atrás en el programa Cuines, y nos picaba la curiosidad, acabamos comido en la fonda de enfrente llamada Ca l'Avi, que para ser una fonda de cocina tradicional, la comida era muy correcta, sobre todo para lo que nos costó la comida.
Mientras pedíamos la comida nos pusieron unos trocitos de fuet con una aceitunas con una cervecita, de primero una ensalada de bacalao y unos calabacines rellenos, de segundo pollo con ciruelas y conejo a la brasa con escalibada y de postre una tarta sacher.
Después de la comida, paseito por Breda-Ventdelpla, pueblo con sorprendentes rincones en el caso antiguo.
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