VIAJE A MALLORCA VII - BENISALEM - SOLLER - FORNALUTX

El domingo 28, decidimos descansar en Pollensa, ya que los días festivos hay más gente moviéndose con el coche por la isla, además como el día anterior fue tan intenso, tocaba reposo.

Esta foto es del hotelito de los años 20 que ahora está ocupado por la Residencia donde hemos pasado la segunda quincena de agosto, nuestras vacaciones.

Y esta es la foto actual, no está sacada desde el mismo ángulo, pero se aprecia la evolución del edificio, que se ha ampliado por la parte izquierda.

La comida fue en el chiringuito, más que nada por la pereza de movernos

De primero a escoger entre ensalada de judías o boquerones fritos.

De segundo elegimos los 2 bacalao con verduras salteadas (que parecían cocidas más que salteadas)

De postre pudin

Por la tarde, siesta, playa, lectura, ordenador...

Por la noche, cenamos empanadas, compradas por la mañana en el supermercado del paseo del puerto de Pollensa

Panades de atún, carne y de pollo 

El 29, decidimos volver a la Sierra de Tramuntana y ver el Puig Major que es el nombre del punto más elevado de la isla de Mallorca, alcanza los 1.445 metros de altitud y está situado en la Sierra de Tramuntana, en el municipio de Escorca, pero de camino paramos en Benissalem para encargar las ensaimadas que nos llevaríamos el jueves de vuelta a casa.

Después de ver las vistas desde el Puig Major y tomar un aperitivo al que nos invitaron,

visitamos Fornalutx, pueblo del que nos habían hablado que era muy bonito, es un pueblo encaramado a la sierra y con calles estrechas empedradas y llenas de escaleras, 

 

con muchas plantas en las fachadas de las casas, paseamos pausadamente ya que hacía un calor agobiante,

acabamos tomando un helado típico de la zona, de naranja (de Soller) con zumo de naranja y rematado con nata (yo sin nata),  nuestro objetivo era acabar en Andratx, recorriendo la sierra de Tramuntana, pero las carreteras de montaña son engañosas, además nos desviamos un poco de la ruta para visitar la Cartuja de Valldemossa, pero cuando llegamos ya habían cerrado;

así que nos dimos una vuelta por el pueblo e hicimos una paradita en Can Molinas para tomar sus famosas cocas de patata, ya habíamos estado en nuestra anterior visita a la isla, creo que en 2005.

Al final no tomamos la famosa cocas de patata,, ni el el gató de almendras, si no la coca de patatas con albaricoques y el gató de avellanas, con una horchata de almendras.



Continuamos viaje y paramos  a ver el atardecer en la Torre des Verger (1579), cuando llegamos a Andratx, cerca de las 9, ya no quedaba luz para visitar nada, así que decidimos volver a cenar a la Residencia y posponer su visita para el día siguiente.

Nos fuimos a cenar al Pabellón 3, donde están especializados en todo tipo de bocatas fríos y calientes,  así que nos tomamos unos reconfortante bocatas calientes: de sobrasada ( a estas alturas todavía no habíamos probado la sobrasada) y un serranito (lomo a la plancha con jamón serrano y pimientos fritos y un chorrito de aceite con ajo y perejil.