Las alitas en casa siempre triunfan, y si son con un puntito picante más.
INGREDIENTES:
1 kg de alitas de pollo
5 dientes de ajo
1 c/p de orégano
1 c/p de pimentón dulce
1 c/p de pimentón
1 c/p de comino
perejil fresco
jugo de 1 limón
4 c/s de vinagre de vino blanco suave
1 c/p de sirope de arce s/a o eritritol u otro edulcorante
sal y pimienta
aceite
Preparar el adobo para las alitas de pollo.
En un mortero poner el ajo, un puñadito de perejil y las especias -orégano, pimentón y comino-.
Triturar hasta obtener una especie de pasta.
A continuación, agregar el edulcorante elegido, vinagre y jugo de limón.
Salpimentar y mezclar hasta que se integren todos los ingredientes.
En un bol o recipiente amplio, poner las alitas de pollo previamente salpimentadas.
Añadir el adobo y mezclar para que las alitas se impregnen bien.
Tapar el bol y poner en el frigorífico alrededor de unas 2 horas.
Pasado este tiempo, retirar el bol del frigorífico.
En una bandeja de horno, poner un chorrito de aceite y colocar las alitas de pollo.
Rociar sobre ellas otro chorrito de aceite e introducir la bandeja en el horno precalentado a 200ºC con calor arriba y abajo. Dejar que se cocinen alrededor de unos 15-20 minutos.
Cuando comiencen a dorarse, retirar la bandeja del horno y darles la vuelta. Volver a introducir la bandeja en el horno y dejar que se cocine la otra cara durante 15-20 minutos más.
Cuando estén listas, retirar la bandeja del horno y servir.
Nosotros las hemos acompañado con alcachofas y berenjenas a la plancha.
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