El viernes pasado nos fuimos a Tenerife, dispuestos a visitar a la niña, que a final de mes se traslada a vivir a Lanzarote, y ya sabéis como somos las madres, nos gusta tener controlado todo, hasta donde vive o vivían nuestros hijos...
Salimos desde Barcelona, ya que nuestro querido/odiado avión Low Cost con salida desde Girona, hace tiempo que dejó de volar a este destino.
Como salía a mediodía comimos en el aeropuerto, como os comentaba ayer, mientras esperábamos la hora del embarque.
Llegamos a las 17,00 hora canaria, como llegó anticipadamente (debíamos llevar el viento a favor), mientras esperábamos que vinieran a recogernos los chicos nos tomamos el cafetito y una galletita de régimen para merendar, llegaron cuando nos íbamos a sentar a tomarnos el café, así que al final fue café para todos.
Así que para aprovechar la tarde, nos llevaron a ver la parte de la costa sur de la isla, que en nuestras anteriores visitas no habíamos visitado.
Fuimos cocheteando hasta Costa Adeje, donde ya era tan tarde, que no se veía casi nada, estiramos un poco las piernas paseando por su paseo y decidimos irnos a cenar a Santa Cruz, a la zona de La Noria, a u restaurante llamado El lagar de la Noria, en el que entre otras cosas hacían carne a la piedra, aunque en realidad era en una parrilla, no una piedra.
Para cenar, empezamos compartiendo una ensalada tibia de lechugas, tomate, espárragos salteados y gambas salteadas.
También compartimos queso fresco a la plancha con mojo rojo y verde.
Y por último también compartimos, un revuelto de gambas, setas y espárragos con huevo.
Como plato fuerte, la carne de buey a la parrilla, acompañada con verduritas salteadas (cebolla, zanahoria, calabacín, ...) y mojo verde y rojo.
No nos pedimos postre, ya que mi hija había preparado una tarta de queso, que nos comimos en su casa con un cafetito.
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