Desde hace unos meses ya teníamos previsto hacer este viaje a Madrid, pues R tenía una reunión de trabajo y me pidió que le acompañara, en su momento no me acordé que tenia una cita en el Museu de la Xocolata para mi cursillo mensual este mes dedicado a las galletas, pero ya le dije a María que tomara buena nota que cuando ella pusiera las recetas ya chafardearía a ver que habían hecho en el taller.
Aunque la reunión de trabajo era el martes, decidimos irnos el fin de semana para aprovechar e ir a una comida de los compañeros de mi marido que la hacen desde hace muchísimos años en Chinchón el último sábado del mes de Noviembre, nosotros era la segunda vez que íbamos pues nos pilla un poco lejos.
Así que nuestra primera parada el sábado fue en Chinchón, hicimos algunas compras como la harina de almortas que yo tenía curiosidad por probar, normalmente su uso es para hacer gachas manchegas, otra cosa que nos quedamos con ganas de traernos la vez anterior era el limoncillo, parecido al limoncello italiano pero con anís.
La comida es tradición hacerla en el Mesón las Cuevas del Vino, suelen poner aperitivos típicos a compartir y luego el segundo a elegir, así como el postre.
De aperitivo pusieron aceitunas aliñadas, croquetas de cocido, morcilla, morteruelo, asadillo manchego, de plato fuerte nos pedimos huevos fritos de rico, solomillo con patatas al horno y de postre miel sobre hojuelas y dulce de higos.
Los pasamos muy bien y acabamos tardísimos como podéis ver en la última foto del reportaje de las vistas del pueblo, es lo que suele pasar en las comidas multitudinarias, que sabes cuando empiezas pero no cuando acabas.
Así que nuestra primera parada el sábado fue en Chinchón, hicimos algunas compras como la harina de almortas que yo tenía curiosidad por probar, normalmente su uso es para hacer gachas manchegas, otra cosa que nos quedamos con ganas de traernos la vez anterior era el limoncillo, parecido al limoncello italiano pero con anís.
La comida es tradición hacerla en el Mesón las Cuevas del Vino, suelen poner aperitivos típicos a compartir y luego el segundo a elegir, así como el postre.
De aperitivo pusieron aceitunas aliñadas, croquetas de cocido, morcilla, morteruelo, asadillo manchego, de plato fuerte nos pedimos huevos fritos de rico, solomillo con patatas al horno y de postre miel sobre hojuelas y dulce de higos.
Los pasamos muy bien y acabamos tardísimos como podéis ver en la última foto del reportaje de las vistas del pueblo, es lo que suele pasar en las comidas multitudinarias, que sabes cuando empiezas pero no cuando acabas.
2 comentarios:
Ah, qué bonito Chinchón y que bien se come allí, verdad? cuando vivíamos en Madrid nosotros solíamos ir con frecuencia a un sitio que se llamaba (no se si existe) Las cuevas del Murciélago, un restaurante fabuloso allí en Chinchón... qué tiempos :-))
Te quiero agradecer la visita a Pan y Varios y decirte que si, el Chantilly Royal lleva una cantidad (mínima) de azúcar, pero también contiene azúcar natural la calabaza y la harina y los garbanzos y toda la fruta y verdura... el secreto está en dosificar la cantidad de azúcar que te permites tomar cada día. En este caso, mi Mousse de Calabaza al Cardamomo compensa sus hidratos de carbono (azúcar) con su contenido en fibrasm, carotenos y vitaminas que contiene la calabaza naturalmente y, como sabrás, el sirope de ágave empleado en endulzar el postre no eleva los niveles de azúcar en sangre. Lo difícil es no comerse un par de raciones, está tan buena...
Un abrazo, preciosa, y gracias otra vez por tu visita.
que comilona!!! bien aprovechado el viaje! estas flores "miel sobre hojuelas" me han traido buenos recuerdos... mi madre nos hacía! creo que aun está por casa (la del puerblo)el hierro con el que se hacen! me viene el saborcillo....
besos
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