VIAJE A LA TOSCANA I - PISA

Nuestra primera idea era viajar a Florencia, para Semana Santa, pero al necesitar alquilar un coche para la ida a Florencia y la vuelta desde Florencia al aeropuerto, si cogíamos un coche para la ida y otro para la vuelta, nos salía al mismo precio o más caro que si lo cogíamos para los 4 días, que si lo cogíamos y dejábamos en el mismo punto, así que al disponer de coche todos los días, decidimos ampliar el viaje y ver un poco la Toscana.

El viaje, con un inicio accidentado empezó en Pisa, el hotel elegido fue el Verdi, erigido de los restos de un antiguo claustro, se encuentra en el centro histórico de Pisa, la cama nos supo a gloria, y a la mañana siguiente, después de visitar Pisa, que nos encantó a pesar de la marabunta humana, hicimos un recorrido por la ciudad, con vistazo al mercado incluido,

y a continuación visita a Livorno (aconsejados por el personal del Hotel), la verdad es que este último nos defraudó un poco, pues esperábamos algo mas bucólico, solo cuando ya nos íbamos de la ciudad, al pasar por el paseo marítimo, encontramos casas señoriales, que nos impresionaron.

Aquí en Livorno fue donde comimos, en un restaurante cerca del mercado del que esperábamos probar la auténtica cocina Toscana, pero como eran más de las 2, ya no servían el menú del día (de hecho solo estábamos nosotros) y tuvimos que ir morir a la carta.Fue una comida normalita, nos defraudó un poco que teniendo tanta tradición no fuera un poco más exquisito y como llegamos un poco tarde, nos tenían un poco abandonados.

Nos pedimos espaguettis fruti di mari, lomo al limón, espaguettis a la carbonara y fritura mixta y de postre una crema de mascarpone con crumble.

Después de la comida, pusimos rumbo a Florencia, nuestra base de operaciones era el Hotel Londra, que estaba cerca de la Estación Central. Y de allí emprendimos marcha para hacernos una idea general de la Ciudad.

Y a la hora de la cena fuimos a Coquinarius, donde de primero nos pusieron un aperitivo variado para cada pareja y luego pedimos pasta, las fotos son con el móvil por eso tienen algunas ese color tan extraño.

Los aperitivos variados eran sorprendentes: unos ataditos de pavo ahumado con crudites dentro, queso brie con mermelada de tomate y base de cebolla, pate de cerdo, casero casero, unos pastelitos de espinacas, camembert con cebolla, miel y almendras, jamón salado relleno de mouse de verduras y unos soufles que no supimos identificar de que eran pero estaban muy buenos y como segundo tomamos: tortelloni de espinacas, queso, calabacín, jamón y tomate, capelleti rellenos de pera y salsa de gorgonzola y espaguettis con salsa de alcachofas.
Y a dormir que para el día siguiente nos esperaba un día muy largo.