Aunque las torrijas sea una receta típica de Carnaval y Cuaresma, y todavía faltan unos días, un fin de semana que vino mi hijo a pasar el fin de semana, buscando pan para un bocadillo, se encontró 1/2 barra que se había quedado ya dura, y me pidió que si le podía hacer torrijas para merendar, y dicho y hecho.
Al final tuvo que compartirlas, porque, ¿quién se resiste a unas torrijas?. A él le gustan espolvoreadas solo con azúcar pues la canela, le gusta que aromatice (pero no demasiado), pero lo que no le gusta, es encontrarse el polvillo por encima, con el arroz con leche le pasa igual.
Al final tuvo que compartirlas, porque, ¿quién se resiste a unas torrijas?. A él le gustan espolvoreadas solo con azúcar pues la canela, le gusta que aromatice (pero no demasiado), pero lo que no le gusta, es encontrarse el polvillo por encima, con el arroz con leche le pasa igual.
INGREDIENTES:
1 barra de pan (mejor del día anterior)
1 litro de leche
1 rama de canela
1 corteza de limón
azúcar al gusto
2 huevos para rebozar
aceite de oliva para freír
Se pone a cocer la leche con la canela y la corteza de limón durante unos 5 o 10 minutos, se añade un poquito de azúcar (no poner mucho, pes después se le pone más por encima) y se disuelve bien.
Se corta la barra de pan en rodajas de unos 3 o 4 cm. de grosor y se colocan en una fuente un poco honda. Se cubren con la leche hasta que se empapen bien (esto es importante, porque si no quedan secas, pero que no se rompan). Se escurre un poco el exceso de leche que pueda tener.
Se rebozan con los huevos batidos como para tortilla y se fríen en aceite bien caliente en una sartén honda.
Hay que tener cuidado al darles la vuelta (con ayuda de una espumadera y una cuchara) para que no se desmoronen.
Yo prefiero no freír mas de dos cada vez. Se sacan cuando estén doradas y se colocan en una fuente. Se pueden espolvorear con azúcar y canela (esta vez las hice así) o cubrir con almíbar o miel aclarada.
Hay otra variedad en la que se sustituye la leche por vino, pero salen más fuertes de sabor, en casa nos gustan más de leche.
Se corta la barra de pan en rodajas de unos 3 o 4 cm. de grosor y se colocan en una fuente un poco honda. Se cubren con la leche hasta que se empapen bien (esto es importante, porque si no quedan secas, pero que no se rompan). Se escurre un poco el exceso de leche que pueda tener.
Se rebozan con los huevos batidos como para tortilla y se fríen en aceite bien caliente en una sartén honda.
Hay que tener cuidado al darles la vuelta (con ayuda de una espumadera y una cuchara) para que no se desmoronen.
Yo prefiero no freír mas de dos cada vez. Se sacan cuando estén doradas y se colocan en una fuente. Se pueden espolvorear con azúcar y canela (esta vez las hice así) o cubrir con almíbar o miel aclarada.
Hay otra variedad en la que se sustituye la leche por vino, pero salen más fuertes de sabor, en casa nos gustan más de leche.
1 comentario:
mercedes! estas torrijas mmmm ya queda poco para que sea su "epoca" jaja pero como dices... se puede comer cualquier dia, como todo lo hecho en casa! no hay que esperar con el antojo hasta la fecha en que es títpico.
besos
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