DORADA AL HORNO II

Hoy estaré de viaje a sí que es una receta programada. Esta es una de las recetas que hicimos el miércoles 24 de marzo, aunque es una receta sencilla, no por eso hay que dejar de ponerla, siempre hay alguien que se introduce de nuevas en la cocina y no sabe como hacer los básicos, esta receta, desde luego admite múltiple variaciones, desde el tipo de pescado que podría ser besugo o rodaballo, o lubina..., si no también en el tipo de verduras que le pongamos quitando o poniendo, según nuestra disponibilidad o gusto.

 

INGREDIENTES:

1 dorada de 1 kg 

350 gr de patata 

2 tomates rojos 

  1 pimiento verde y/o rojo 

1-2 cebollas (promediar 1/2 cebolla por persona) 

2 dientes de ajo 

1 vaso de aceite de oliva 

sal y pimienta al gusto 

1 limón (optativo)

hoja de laurel (optativo) 

pan rallado (optativo)

Limpiar la dorada y reservarla entera, salpimentándola. Pelar y cortar las patatas en rodajas, freírlas un poco y apartarlas. 

Colocar las patatas en una tartera para el horno. 

Añadir la cebolla a rodajas y el pimiento en tiras, el tomate, se puede poner ahora si lo queremos más hecho o esperar un poco y añadirlo después con el pescado, poner un poco de sal a las verduras, pimienta si nos gusta y un chorreón de aceite, el laurel y el ajo picado(estos ingredientes si nos gustan) y meter al horno precalentado a 180-200ºC en la zona media, con calor arriba y abajo, si le ponemos además el ventilador al horno, la temperatura será más estable. 

Tener entre 20 minutos y 1/2 hora para que se hagan un poco las verduras antes de añadir el pescado. Pasado este tiempo, sacar la tartera del horno y poner por encima el pescado, con el tomate sobre la verdura o por encima del pescado, depende si lo queremos más blandito o más tostado. Meter al horno durante unos 30-40 minutos (la regla es unos 20 minutos por cada 1/2 kilo de pescado, teniendo en cuenta el grosor de la pieza).

NOTA: En la receta tradicional se hacían unos cortes en el pescado, para que se hiciera antes y se le ponía en los cortes unas rodajitas de limón, seguramente para enmascarar el sabor fuerte del pescado no muy fresco, ya que a menos que se viviera en el pueblo de pescadores el transporte, hacía que el pescado no fuera muy fresco, el pan rallado, a veces mezclado con ajo y perejil, era otra variante, que se espolvoreaba junto con un poco de aceite por encima antes de poner el pescado al horno para que se hiciera una costra tostada, al hornear. La foto corresponde a una dorada hecha en casa, en este caso yo el pimiento se lo puse ya asado.