PAN DE ESPELTA CON SALVIA HISPANICA

La última vez que fui a la tienda de frutos secos donde suelo comprar la harina, legumbres y otros productos, tenían unas semillitas que yo creía eran de amapola pero me dijeron que era salvia hispánica, preguntándole por sus propiedades, me dijeron que era buena para bajar el colesterol malo y bueno para otras cosas, sin especificar más, así que después de leer sus propiedades, me he decidido a probarlas. Ya le hemos añadido a una ensalada y al yogur (al contacto con la humedad se vuelven un poco mucilaginosas), no ha variado mucho el sabor, con lo cual hay que aprovechar y sacar provecho de sus beneficios. He tomado como base esta receta pero haciendo algunas modificaciones, sustituyendo los ingredientes que no tenía por los que había en casa.

INGREDIENTES:

100 gr de masa madre
200 gr de agua
300 gr de harina de espelta (o integral)
40 gr de salvado de avena
40 gr de gluten
1 cucharadita de sirope de ágave (o azúcar o fructosa)
1 cucharada sopera de aceite de oliva
8 gr de sal rosa del Himalaya (o normal)
11 gr de levadura liofilizada (o 25 gr de fresca)
1 cucharada sopera de salvia hispánica

En el recipiente de la panificadora colocar primero la masa madre, después el agua, la sal, el sirope de ágave (o azúcar, o fructosa) y el aceite, colocar la harina previamente mezclada con el gluten y el salvado de avena y por último espolvorear por encima la levadura seca instántanea o desmigar por encima si es de la fresca.

Colocar el recipiente dentro de la panificadora o máquina de pan, seleccionar el menú 1 para hacer pan blanco, peso para 1 kilo y color dorado medio.

Cuando terminó el primer ciclo de levado (unos 20 minutos), vuelve a amasar y hace una señal acústica por si se quiere añadir algún ingrediente, aquí he añadido la salvia, vuelve a levar otra vez, a la media hora la helice da una vueltas al pan para desgasificarlo, aquí he quitado la hélice (con la manos húmedas), he dado buena forma y he dejado continuar el programa, cuando se termine de cocinar, dejar 5 minutos en el recipiente y después desmoldar sobre una rejilla (si no el pan se termina humedeciendo por abajo).

NOTA: Las semillas al hornear el pan se difuminan, solo se aprecian algo en la superficie, tampoco le puse más de una cucharadita porque no sabía si le cambiaría el sabor, al final no se notaba demasiado en el sabor, ni para bien ni para mal, pero sabiendo las propiedades que tienen, será cuestión de poner más.