La tercera noche teníamos reservada mesa en el restaurante americano pero más que americano parecía cocina tex-mex pues para empezar teníamos otra vez nachos de aperitivo. Pero esta vez la salsa era de
chile con carne. A mí la salsa me gusto más que la del mejicano pues no era tan picante.
Yo me pedí de primero una ensalada de aguacate con una salsa que parecía de mostaza, estaba buena aunque era sencillita.
Mi marido se pidió unas
alitas de pollo, cuando llegaron nos parecieron ridículas pero al probarlas y ver que estaban tan resecas, todavía nos dejamos la mitad, al día siguiente en el bufet vimos que tenían tambien alitas y aquellas ¡si que estaban recien hechas!
Yo me pedí un costillar de cerdo a la miel que estaba muy tierno y jugoso
Mi marido se volvió a pedir filete. Estaba tierno y bueno, pero demasiado hecho como la vez anterior (la foto es la misma, pues al ser igual no la hicimos de nuevo).
Cuando vino el camarero a decirnos que postres queríamos, le comentamos lo "asquerosillas" que estaban las alitas y si podiamos pedir tres postres pues no sabíamos por cual decidirnos, y así fue.
Yo me pedí un brownie que estaba muy bueno y una tarta de manzana que estaba muy reseca pues la rejilla de masa de encima era muy gruesa, y mi marido una tarta de queso que estaba demasiado cocida y la capa de mermelada era muy fina y gelatificada (por eso no le hicimos fotos).
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