TARTA DE ALBARICOQUES

Esta fue la receta que improvisamos para el postre del domingo en casa de mi hermano, como llegué relativamente temprano a su casa, me explicó que comeríamos y me dijo que no había preparado nada de postre, así que empezamos a barajar ideas sobre el postre, pasamos del bizcocho de chocolate a la tarta de queso y de ahí llegamos a la tarta de albaricoques, pues tenía bastantes en la nevera, es lo que pasa cuando tienes árboles frutales que cuando llega la temporada se acumula la fruta y hay que buscar recetas con las que utilizar la acumulación de producto. Mi hermano tenía mermelada casera de albaricoque con edulcorante, y la utilizamos para darle un aroma más pronunciado a la tarta.

INGREDIENTES:
1 paquete de galletas tipo digestive
zumo de naranja

500 gr de albaricoques
4 huevos
1 vaso de leche semidesnatada
2 cucharadas soperas de mermelada de albaricoque
1 cucharada sopera de edulcorante líquido

Precalentar el horno a 180ºC.
Primero triturar las galletas, añadirle el zumo de naranja poco a poco hasta formar una masa, procurar no pasarse en la cantidad de zumo para que la masa no quede excesivamente húmeda.
Forrar la base de un molde (mejor si es desmontable) con la masa de galletas, procurando que quede una capa con un grosor uniforme, sobre la base colocar los albaricoques partidos por la mitad y quitándoles el hueso, poner la parte interna del albaricoque sobre la masa.
En un bol mezclar los huevos con la leche, el edulcorante y la mermelada sin batir en exceso para que no coja demasiado aire la mezcla.
Cubrir las mitades de albaricoques con la mezcla, con cuidado de que no se nos muevan del sitio los albaricoques.
Introducir la tara en el horno de 30 a 45 minutos, para comprobar si la tarta está ya hecha, movemos un poco el molde para ver si la tarta se mueve o ya ha cuajado del todo, cuando ya no se mueva ya estará en su punto, dejar reposar unos 15 minutos en el molde antes de desmoldar, si se dorara demasiado deprisa y no estuviera hecha, tapar con papel de aluminio para que no se queme por fuera y no quede cruda por dentro.
Poner en una fuente y guardar en la nevera hasta el momento de servir.