El viernes 27 de junio por la mañana hicimos una visita al Observatorio Astronómico, aprovechando que había jornada de puertas abiertas.
Pasamos casi toda la mañana, pues por el camino hicimos varias paradas para admirar el paisaje, cada vez que parábamos en un mirador, había un taxi con un tío grabando con una cámara y una ayudante, que iban parando en los mismos sitios que nosotros.
Pasamos casi toda la mañana, pues por el camino hicimos varias paradas para admirar el paisaje, cada vez que parábamos en un mirador, había un taxi con un tío grabando con una cámara y una ayudante, que iban parando en los mismos sitios que nosotros.
Continuamos camino y llegamos al Teide, esta vez decidimos subir en el teleférico (la vez anterior 1992, veníamos de hacer cola en la Expo, y cuando llegamos allí, vimos que había que hacer cola, en la Expo decidimos que ni na cola más), antes de subir comimos unos bocatas que nos habían preparado en el hotel, como cesta de picnic, con una cervecitas.
Yo lo de las alturas, los movimientos y las zonas acristaladas que se mueven, lo llevo muy mal, pero haciéndome la valiente me subí, la vista preciosa, ¡pero un frío arriba!, para el que no íbamos preparados, ¡una chaquetita no es nada!, teniendo en cuenta que había gente con anorak.
Yo lo de las alturas, los movimientos y las zonas acristaladas que se mueven, lo llevo muy mal, pero haciéndome la valiente me subí, la vista preciosa, ¡pero un frío arriba!, para el que no íbamos preparados, ¡una chaquetita no es nada!, teniendo en cuenta que había gente con anorak.
Cuando bajamos, merendamos los pastelitos del picnic (prefabricados) y a continuar camino.
Esta vez, si conseguimos ver la Casa de los Balcones por dentro, después a pasear por La Orotava, vimos el Jardín Botánico (solo por fuera, pues estaba cerrado) y acabamos en un local social particular con unos jardines y edificio singulares, uno de los socios-fundador acabó acompañándonos por la Orotava, después de enseñarnos las instalaciones y explicarnos la historia de su local social.
Acabamos tan cansados de estar todo el día fuera, que nos fuimos al hotel a descansar, cenamos allí el menú y a dormir prontito.
Acabamos tan cansados de estar todo el día fuera, que nos fuimos al hotel a descansar, cenamos allí el menú y a dormir prontito.
A la mañana siguiente fuimos a dar una vuelta por la ciudad, visitamos un Museo Militar y admiramos las construcciones de la ciudad, antes de empezar la ruta turística por la Sierra de las Mercedes.
Cerca de la 1 de la tarde acabamos en un recóndito, diminuto y bonito pueblo llamado Chamorga, donde se acababa la carretera y había mucha gente haciendo senderismo desde allí.
Para reponer fuerzas nos tomamos un choco guisado, pero sin patatas, nos supo a gloria, y así recuperamos fuerzas para continuar nuestro viaje...
Cerca de la 1 de la tarde acabamos en un recóndito, diminuto y bonito pueblo llamado Chamorga, donde se acababa la carretera y había mucha gente haciendo senderismo desde allí.
Para reponer fuerzas nos tomamos un choco guisado, pero sin patatas, nos supo a gloria, y así recuperamos fuerzas para continuar nuestro viaje...
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