Aunque parezca que poniendo el pescado abierto se tiene que resecar, como está poco tiempo y en parte está cubierto por el refrito, no da tiempo a que se seque.
Si en la pescadería nos abren el pescado y nos quitan la espina central, mejor que mejor pues así a la hora de comerla, será más fácil.
También queda bien con besugo o lubina (en realidad, yo creo que le va bien a cualquier pescado este refrito).
INGREDIENTES:
1 dorada de ración por persona
1 puñado de piñones
ajos laminados
unas ramitas de perejil
aceite y sal
vino blanco
1 dorada de ración por persona
1 puñado de piñones
ajos laminados
unas ramitas de perejil
aceite y sal
vino blanco
Precalentar el horno a unos 200ºC.
En la bandeja del horno poner un papel de hornear y sobre este, un poco de aceite, salar las doradas y ponerlas en la bandeja del horno.
Pelar y laminar los ajos, trocear el perejil.
Poner aceite en una sartén (la cantidad al gusto, pero que sea suficiente para que dé para regar todos los pescados), y calentarlo hasta que humee.
Bajar la potencia del fuego (para que al poner los ajos no se nos quemen excesivamente), y añadir los ajos y dorarlos.
Apartar la sartén y añadir los piñones y después el perejil picado.
Poner el refrito sobre los pescados y meter la bandeja al horno, durante unos 20 minutos.
Pasado ese tiempo añadir un vasito de vino por encima del pescado, mover un poco la bandeja para despegar el fondo pegadito y volver a meter la bandeja en el horno, apagar el horno y dejar el pescado otros 10-15 minutos (depende del grosor del pescado), dentro del horno hasta el momento del servir.
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