La tarta se come fría para que los sabores se potencien, pero la probamos tibia porque a mi costillo le encantan las tartas calientes y también estaba genial.
INGREDIENTES:
250 gr de queso mascarpone
250 gr de queso crema 0% (del Mercadona)
4 huevos
80 gramos de harina de almendra
1 manzana grande ( 2 medianas)
120 gr de fructosa
1 cucharadita de canela molida
50 gr de almendras laminadas
250 gr de queso mascarpone
250 gr de queso crema 0% (del Mercadona)
4 huevos
80 gramos de harina de almendra
1 manzana grande ( 2 medianas)
120 gr de fructosa
1 cucharadita de canela molida
50 gr de almendras laminadas
ELABORACIÓN:
Batir los huevos junto la fructosa hasta que adquiera un color blanquecino.
Añadir a los huevos la harina de almendras y la canela, mezclar bien e incorporar el queso fresco desmenuzado y triturar hasta obtener una crema fina.
Pelar la manzana y cortarla en láminas para incorporarla inmediatamente a la masa.
Untar un molde con mantequilla y verter la masa en él (si es de silicona no hace falta), cubrir con las almendras laminadas y espolvorear un poco de fructosa sobre ellas.
Introducir el molde de la tarta en el horno precalentado a 185º C y deja cocer de 30 a 40 minutos, dependiendo del grosor. Introducir un palillo y comprobar que sale limpio, para cerciorarte de que su interior está cocido.
Si las almendras están doraditas y crujientes y el interior no está hecho, reducir el calor del horno.
Dejar enfriar fuera del horno, reservar en el frigorífico para que se asiente bien el queso.
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