El otro día por la tele (creo que en Canal Cocina, que es el qcanal que más veo) hablaban de una receta típica andaluza que eran las berenjenas fritas y aliñadas con miel, nosotros las habíamos probado creo que una vez de tapas en Murcia, pero no lo podría jurar.
Así que me decidi a hacerlas, pero , ¡oh sorpresa!, yo creía que tenía bernejenas, pero ya las había gastado en una tortillita y solo me quedaban calabacines, así que dispuesta a experimentar, me puse manos a la obra.
INGREDIENTES:
4 huevos
agua y vinagre de manzana o balsámico blanco
agua y vinagre de manzana o balsámico blanco
2 calabacines
harina de garbanzo
aceite y sal
miel o sirope de ágave
reducción de vinagre balsámico
Cortar el calabacín en rodajas de 1/2cm aproximadamnente, salar y dejar reposar en una rejilla o escurridor, para que suelten parte del agua. Después con papel de cocina, acabar de secar.
Pasar por la harina de garbanzos las rodajas de calabacín, y freir en aceite bien caliente, dejar escurrir sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
Poner un cazo con agua a calentar con un chorrito de vinagre y un poco de sal, cuando hierva, con un cuchara, remover el agua para que se forme un remolino, y echar el huevo cascado en el centro del remolino, lo que hará que junto con el vinagre la clara del huevo quede más recogida, contar 3-4 minutos, depende de lo cuajado que nos guste.
Servir el huevo recién hecho acompañado con las rodajas de calabacín, aliñar con la miel o sirope de agave, por encima del huevo y los calabacines además con reducción de vinagre balsámico.
NOTA: De primeras no le pusimos la reducción de balsámico, pero parecía que le faltaba un punto de contraste, así que Roberto sugurió la reducción de balsámico y el resultado fue genial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario